En mi opinión vamos al cine porque queremos ver cuentos de hadas: una reina durmiente que despierta con el beso de su gran amor, una princesa que deja al lado sus joyas para abrirse al mundo, amantes separados que vuelven a reunirse... pero la vida no es un cuento de hadas, y los finales felices son escasos y cada mucho tiempo. En la vida la joven reina se vuelve una tirana, y lleva a sus súbditos a la guerra. Por eso necesitamos las películas, para recordarnos que a pesar de todo el amor todavía puede florecer en los sitios más improbables, y que a veces, hasta los cuentos de hadas se hacen realidad.
¿Cómo puede alguien que está hundido resurgir? - No puede...
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