No quiero hablar de las cosas que hemos pasado, aunque me duela ya es historia. He jugado todas mis cartas y tú también, no hay más que decir, no hay mas ases que jugar. El ganador se lo lleva todo, el perdedor achica ante la victoria, es el destino. Los jueces decidirán qué debo aceptar. Los que miran nunca ganan, el juego vuelve a empezar, un amante o un amigo, algo grande o algo pequeño... el ganador se lo lleva todo.
Todos tenemos un secreto inconfesable, un arrepentimiento irreversible, un sueño inalcanzable y un amor inolvidable...